Columna de opinión, Rock

Virgin Killer: la bisagra que unió dos épocas

Nos adentramos en la relevancia de este cuarto trabajo de Scorpions, editado en 1976, y el significado que tuvo a posterior, a propósito de todo lo que la banda alemana consiguió en la siguiente década. 

por Ernesto Bustos B

Hay que coincidir en un par de aspectos sobre Scorpions y su extensa discografía. Esto, por cuanto la opinión de sus fans señala que la agrupación vivió sus años de gloria en la década 70, donde hubo espacio para la experimentación sónica e interesantes toques de psicodelia en su música. Pero hay otro extremo de la audiencia que defiende a muerte los 80 como la etapa donde la banda literalmente conquistó al planeta, con millones de copias vendidas de sus discos y miles de kilómetros recorridos en la carretera.

¿Con qué quedarse entonces? Simple, con lo mejor de ambos tiempos.

Vamos por parte. Virgin Killer apareció en 1976 y precedió a In Trance (1975). Hablamos de un disco donde la personalidad de Uli Jon Roth imprime su sello al sonido que por esos años desarrollaba la agrupación. El guitarrista, con una potente influencia en Jimi Hendrix, otorgó a Scorpions la solidez y claridad musical a contar de la edición de Fly to the Rainbow (1974), su segundo LP.

Está claro que existe una identidad para Scorpions en los 70, con obras como In Trance, Taken by Force, Lovedrive, el directo Tokyo Tapes, y claro, Virgin Killer.

Uli Jon Roth, Rudolph Schenker (hermano mayor de Michael) en la guitarra rítmica y la voz de Klaus Meine representaban el núcleo de la banda en ese tiempo. Completaban esa ecuación la base rítmica integrada por Francis Buchholz en el bajo y el batería Rudy Lenners.

Ahí está la esencia hard rock de Scorpions. Pero a esa esencia ahora se le sumaba algo del sonido progresivo de aquella década y sutiles toques de psicodelia ácida a cargo de Jon Roth. Fue en ese contexto entonces que Virgin Killer se concibió con el firme propósito de consolidar a la banda como referente obligado del rock alemán promediando los 70.

Y lo consiguieron. Virgin Killer se transformó en disco del año en su país, disco de oro en el mercado japonés y el LP más popular en tierras donde Scorpions localizaba su mayor base de fanáticos: Japón, Inglaterra y Alemania. Su aparición en el mercado también marcó una transición entre el hard rock tradicional hacia notorios destellos de un sonido más metálico, situación que se consolidaría en la siguiente entrega, Taken by Force.

Capítulo aparte es la famosa carátula del disco, la que mostraba a una niña desnuda y en sus genitales se simulaba un efecto de cristal roto. Obviamente, el arte fue censurado y en breve se tuvo que editar nuevamente con otra tapa que mostraba a los cinco escorpiones.

El cambio de década consigo un golpe poderoso de popularidad para la banda. Ya con otra formación, que incluía a Matthias Jabs en reeplazo de Roth y Herman Rarebell sustituyendo a Rudy Lenners, Scorpions comenzó a escalar en popularidad y ventas.

Sus habituales visitas a los Estados Unidos y Japón, se complementaron con un impresionante ascenso de la música pesada, entiéndase heavy metal, en las listas y programaciones de radios por todo el mundo. En este sentido, Chile no escapó a dicha regla. Radio Galaxia, Carolina y Concierto incluían en su parrilla habitual una generosa programación con música de Quiet Riot, Twisted Sister, Ozzy, Krokus, Autograph y Motley Crue entre muchas otras agrupaciones. Sí, el heavy la llevaba a nivel mundial y también en nuestro país. Y olvidemos el aporte de Magnetoscopio Musical y especialmente Más Música, que se cansó de rotar Rock you like a hurricane.

En ese escenario, Scorpions era un habitual de espacios como la reunión de los domingos a las 15:00 de radio Galaxia o el programa auspiciado por Rock Shop que iba ese mismo día a las 18:00 por radio Carolina. La popularidad iba al alza y discos como Blackout (1982) y en particular Love at first sting (1984) ayudaban a que eso no fuera una moda pasajera. Canciones como Bad boys running wild, Rock you like a hurricane, I’m leaving you, Big city nights, la rompecorazón Still loving you, Blackout, No one like you y When the smoke is going down justificaban ese trabajo que había comenzado una década antes.

En síntesis, toda esta fama a nivel planetario no habría sido posible sin el camino que recorrió Scorpions en sus inicios. Discos como Fly to the rainbow, In trance, Taken by force y Virgin Killer, claro está, ayudaron a consolidar este imperio que hoy ha sabido envejecer dignamente, pese a los años y las modas.

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