Strangers in the Night es el segundo álbum en vivo de la banda británica de hard rock y heavy metal UFO, publicado en 1979 por Chrysalis Records. Su grabación se llevó a cabo durante la gira promocional del álbum Obsession en 1978, tomadas de las presentaciones en las ciudades de Chicago y Louisville en los Estados Unidos.
A estos rockeros británicos se les abrió el cielo el día que alistaron al guitarrista Michael Schenker, un virtuoso alemán de 18 años que tocaba en Scorpions. Con aquel negocio, todas las partes salieron ganando. En lo que respecta a UFO, con la inspiración de Schenker dejaron atrás su fase etérea para reconvertirse al hard rock. Publicaron un álbum sorprendente (Phenomenon, 1974) y los riffs y solos del alemán situaron a la banda anee un horizonte prometedor. En los años siguientes lanzarían una buena mano de trabajos, entre los que destacan Force it (1975) y Lights out (1977).
UFO era ya una referencia en el rock europeo, pero es verdad que el mercado estadounidense se le resistía. En 1978, la situación era confusa: la marca estaba consolidada y en claro ascenso, pero las relaciones internas en UFO nunca habían ido peor. Schenker y el vocalista Phi! Mogg no se soportaban. En más de una ocasión habían llegado a las manos. El alemán, varios años menor, amenazó con marcharse si el otro volvía a ponerle un dedo encima.
Para colmo, el alcoholismo se había generalizado en el seno de la banda. El baterista Andy Parker lo narraba así en la revista Classic Rock (2016): «Teníamos diferentes tipos de bebida según las horas del día, por Dios bendito. Vino blanco para la prueba de sonido (nada muy duro) y, a partir de ahí, la cosa iba a más durante el concierto \. después, hasta las 4 de la madrugada. Cada día, al levantarnos, empezábamos otra vez». Schenker, que sufría p1nico escénico, tomaba los mismos antidepresivos que le habían recetado a Keith Moon y, al mezclarlos con alcohol, se le ponía la cara roja. Sintiéndose la estrella del grupo y ante una perspectiva tan caótica y un ambiente tan malo, avisó a sus compañeros de que los abandonaría al final de la gira.
Y, aun así, decidieron grabar un álbum en directo con sus mejores temas para intentar dar el salto comercial.
Grabado por Ron Nevison (su productor habitual) en Chicago y Louisville, el doble vinilo Strangers in the night comienza con la potente «Natural thing», que presenta a Michael Schenker soleando en su faceta blusera. De las piezas más rockeras, subrayemos «Lights out», en la que el guitarrista muestra algunos de los patrones melódicos definitorios de su trabajo con UFO, Scorpions o en solitario. «Lights out, lights out, Chicago!», entona Mogg, y el público asiste al envite. La falsa balada «Love to love», introducida por las teclas de Paul Raymond, propone otro tipo de intensidad y ha inspirado a bandas como lron Maiden o Metallica.
No conviene obviar los dos temas más esperados del repertorio. El himno «Doctor doctor» ofrece aquí su ejecución definitiva. Y «Rock bottom», escaparate categórico del talento de Schenker, presenta una versión de más de once minutos con guitarrazos para dar y regalar. Sin embargo, en el proceso de mezclado del material, especialmente minucioso en este disco, Michael se enfrentó con el productor por la elección de las tomas. Salió del estudio lamentándose y esa fue la última vez que sus compañeros le vieron la cara en muchos años.
Schenker no volvió, y otro músico terminó la gira por él. Strangers in the night -el título también fue cosa de Nevison- salió a la venta en enero de 1979 con una portada diseñada por Hipgnosis y fue un éxito en el Reino Unido. También sonó en Estados Unidos, donde se convirtió en inspiración para una generación de jóvenes rockeros. Con el Alive! de Kiss o el Live and dangerous de Thin Lizzy, es considerado hoy eje fundamental del hard rock setentero en vivo. UFO sigue activo, pero nunca ha vuelto a ofrecer un disco de semejante relevancia. Por su parte, Schenker pasó una temporada de transición con su hermano Rudolph en Scorpions y luego montó su propia banda, Michael Schenker Group. Volvió a UFO en un par de ocasiones, sin que la vieja magia cuajase. Hoy, Michael ya no sufre pánico escénico, pero sigue llevándose mal con todo el mundo.